Presentación

En muchos sentidos, el estudio de la historia de la cartografía española en los últimos años refleja la gigantesca transformación que ha sufrido España, dejando de ser un país aislado políticamente y relativamente atrasado para convertirse en un punto de referencia internacional en los sectores del comercio, la cultura y la política. Obviamente, esta gran transformación no tuvo lugar de la noche a la mañana, al igual que sucedió con la historia de la cartografía de este país. Durante la dictadura franquista, la cartografía era una materia de investigación histórica a la que se le prestaba relativa poca atención. Los recursos eran limitados, había pocos expertos y la falta de catálogos bien organizados y de métodos de búsqueda dificultaban las tareas de investigación. Además, la mayoría de expertos que se aventuraban a introducirse en la historia de la cartografía actuaban como anticuarios interesados en cuestiones tales como la autoría, cronología y la precisión de los mapas, por no mencionar los aspectos puramente estéticos de dichos mapas.

A finales del siglo XX ya se había producido un cambio en esta forma de analizar los mapas al empezar España a participar de la emoción que en otros países ya había conseguido transformar la cartografía en un ámbito de conocimiento fundamental e incluso innovador. La "Nueva Historia de la Cartografía" (New Map History), tal y como generalmente se le conoce, comenzó en Gran Bretaña en los años 70, cuando Brian Harley decidió abandonar las tendencias de las generaciones anteriores de historiadores de la cartografía que actuaban a modo de anticuarios y adoptar métodos de interpretación textual de la crítica literaria, tan en boga en aquellos momentos. Harley y sus seguidores, tanto en Europa como en Estados Unidos, no estaban interesados en los mapas como meros objetos,

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